"Disculpe las molestias, estamos trabajando para usted".

No es que yo tenga algo en contra de las obras que se realizan en la Panamericana Norte, vía por la que solía ir cada mañana a la universidad (vivo en Los Olivos, para contextualizarlos un poco),  es solo que la aparente falta de organización (para ser precisos, la falta de comunicación para con los transportistas) es algo que molesta, y mucho, a los acostumbrados a movilizarse por dicha vía que, por cierto, es una de las más (si no la más) transitada de esta parte de Lima. 

Sí, sé (como todos los que, al igual que yo, protestan) que los trabajos que se están realizando en la Panamericana Norte serán beneficiosos para todos, que se ahorrará tiempo de viaje en el futuro y que toda mejora requiere algo de sacrificio para ser conseguida. Repito que lo sé, pero hay formas de evitar que la construcción del moderno bypass en los cruces de las avenidas Angélica Gamarra y Tomás Valle con la Panamericana Norte (sin contar los trabajos que se realizan a la par en el cruce de esta última con Carlos Izaguirre) cause tanto problema.

La ruta alterna (obligatoria a toda construcción de tal magnitud) no fue especificada y, mucho menos, dada a conocer hasta que los transportistas, avezados conductores "profesionales", usaron las angostas calles paralelas a la ya mencionada (en mil ocasiones) Panamericana Norte, para mostrar sus "habilidades al volante", transitando a alta velocidad en zonas escolares, yendo en contra sentido, conatos de pelea entre el "vivo" que le "metió" el carro al más "achorado" (para usar terminología de chofer) y, muchas veces, también subiéndose a las veredas; en otras palabra, un CAOS (sí, con mayúsculas).

Una vez dado el problema, aparecieron nuestros amigos de la policía de tránsito para poner orden (traducido a buen "peruano", se pusieron a mover sus "sables de luz" cual Anakin Skywalker pero no solucionaron el exceso de velocidad, ni los conatos de pelea (con mentada de madre, abuela y demás) pues los ingeniosos transportistas aprendieron a dejar para "más allacito" (en sus propias palabras) sus asuntos por resolver.

¿El precio de tener un bypass que beneficie a gente de Los Olivos, San Martín de Porres, Independencia y demás es soportar esto todas (sí, todas) las mañanas?, ¿No es suficiente con el embotellamiento interminable que genera el cambio de ruta?, ¿Será que nadie se ha quejado por los inconvenientes causados por la construcción?, ¿Estaba planificado que los vehículos circulen por esas calles tan angostas?, ¿Alguien contestará mis preguntas?

Es posible que los afectados, al igual que yo, hayan optado por el uso de una ruta alterna a la ya mencionada, las opciones son (al menos para mí que voy hasta Surquillo) la Av. Túpac Amaru o Universitaria.

Las obra estan, siendo optimistas, en un 30%, eso quiere decir que no se solucionará el problema de la congestión vehicular al menos en un buen tiempo, lo que sí se puede (y se debe) solucionar es la falta de control y seguridad en las calles paralelas a la Panamericana Norte, un mayor número de policias, no solo a 3 cuadras a la redonda de la municipalidad de Sol de Oro como hasta ahora, sino en puntos estratégicos para mantener bien supervizado el tránsito regular de autos. Creo que al solucionarse este problema, que no debió haberse dado, se estará contribuyendo al progreso que tanto se aclama con la construcción del bypass.