Si algo caracteriza a los fanáticos de la selección peruana es su carácter voluble, eso de ilusionarnos (y me incluyo) por un buen partido y desilusionarse (ya no me incluyo) cuando el resultado es adverso es lo único que, hasta ahora, se ha mantenido firme, sin importar el cambio de técnico, de jugadores y mucho menos el pasar de los años.
El resultado de ayer (sábado 04 de Septiembre), en el arranque de la era del ‘mago’ Markarián al mando de nuestro combinado patrio nos dejó una sonrisa en el rostro y un saborcito dulce que no probábamos hace tiempo, esa ilusión que trae consigo un triunfo en el debut, un debut auspicioso, un debut que invita a soñar, ¿no es cierto? No niegues que fuiste feliz con el gol de José Carlos Fernández, todos lo fuimos.
Al margen del “buen” resultado de ayer, la mano de Markarián aún no se puede ver en el equipo, como es lógico, pues apenas y ha tenido tiempo de decirles “quiero que hagas esto” y los jugadores, que llegaron a directo a Canadá procedentes de sus respectivos clubes, saltaron al terreno de juego a “ganar”. Y lo consiguieron.
Fue un partido sin muchas sorpresas, la formación del ‘mago’ fue el convencional 4-4-2, con Raúl Fernández en el arco, la defensa conformada por Guizasola (“correlón” como siempre, de buen partido) , Zambrano (para mí, uno de los mejores del partido), Acasiete y Vilchez (que espero no vuelvan a ubicar de titular). En el medio campo, Farfán (otro de los destacados), haciendo su regreso triunfal al equipo de todos tras casi dos años no vestir la blanquiroja; Ballón, dejando claro que es un jugador ‘titular’ en la selección, junto a Ramírez por el centro (‘Cachito’ un poco más libre de responsabilidades con la defensa); y Vargas, el capitán, haciendo lo que sabe, avanzar como un tren atropellando al que se le pare delante, por izquierda.
El ataque si llamó la atención, todos esperábamos ver la combinación de Alianza Lima en la Copa Libertadores , pero, debido a una lesión, el ‘Zorrito’ Aguirre no pudo jugar este encuentro. En vez de él, acompañando en ataque a ‘Zlatan’ (que abusivos para ponerle esa ‘chapa’) Fernández, se ubicó el joven Luis Advincula.
Canadá, un rival aplicado en la marca, le complicó el partido al conjunto peruano jugando de forma ordenada, “bien parados” en defensa aunque con escasez ofensiva. Perú, como era de esperarse debido al poco tiempo de trabajo con el que contó Sergio Markarián, era una suma de individualidades (que, dicho sea de paso, fue muy superior a las del cuadro local).
Vargas, por izquierda, imparable aunque algo apurado al momento de centrar y rematar al arco; Zambrano en la defensa, impecable, ganándole al grandote Friend en todas las pelotas aéreas; Ballón en el medio del campo, quitando y distribuyendo, partido muy bueno del hombre de River Plate de Argentina; Farfán, demostrando que, más que volante por derecha, funciona mejor de segundo delantero, mostrando sus mejores momentos cuando fue a la posición que ocupó Advincula en el primer tiempo, incluso apareció en partes del encuentro como ese conductor que nos tanta falta nos ha hecho (y, aunque la gente no lo haya notado, no le ‘pesó’ el cintillo de capitán que le dejo el ‘loco’ al ser sustituido).
Los cambios también le funcionaron al ‘mago’, entraron Manco y Tragodara y fueron fundamentales en las jugadas de gol, ya sea centrando de tres dedos para que la cabecee el ‘9’ o definiendo cruzado después de una excelente jugada colectiva (tenía sus cositas Tragodara). También entraron ‘Toñito’ Gonzáles, Rainer Torres, Jesús Rabanal y Jhon Galliquio.
En líneas generales, el partido no fue la gran cosa, pero el resultado motiva; el funcionamiento aún no se vio, pero se nota que hay “materia prima”; los que “pintaban” como promesas ahora “son realidad” (y no solo Manco). La lectura del partido, según el ojo peruano ha sido bastante alentadora, una victoria que crea expectativas pero…
Digamos que Canadá, sin animo de ser aguafiestas y, más bien, tratando de ser algo realista (ya bájate de la nube, lector), no es un “gran equipo”, no es el “cuco” que debemos enfrentar en todos los procesos eliminatorios (en otros lugares le dicen “clasificatorios”, pero en Perú esta bien dicho, eliminatorios han sido) como son Brasil y Argentina. No hay que vender humo, se puede ser feliz por un resultado pero no perder la cabeza y pensar que ya estamos al nivel de la España campeona del mundo.
El próximo encuentro, contra Jamaica, nos dará más luces sobre cómo podría ser esta campaña que comienza bien, con un resultado positivo. Ahora nos toca mirar, dejar que el ‘mago’ haga lo suyo con calma, pues él (mejor que nadie) sabe lo que debe hacer.

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